ORACIÓN LITÚRGICA EN HONOR A NTRA. SRA. DE LAS CRUCES
INVITATORIO
Ant.-(lector): Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Salmo 94
Un acto litúrgico: la primera parte es un himno clásico, "la segunda parte es un oráculo,en boca de Dios, invitando a la observancia de la ley en relación con el don de la tierra".
La carta a los hebreos nos ofrece un comentario cristiano a este pasaje: Todo el tiempo del Antiguo Testamento es una repetida llamada y expectación del "hoy" en que podrá entrar el pueblo en el descanso de Dios.
Con Cristo llega ese "hoy", con su resurrección se inaugura en el mundo el reposo de Dios, que descansó cuando terminó su trabajo creador.
Ese "hoy" de Cristo se ofrece a todos: hay que escucharlo y entrar aprisa en su descanso.Pero la vida cristiana es de nuevo un "comienzo", que hemos de mantener hasta el fin, para entrar en el reposo definitivo de Cristo y de Dios.
Lector.- Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Lector.- Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes; suyo es el mar, porque El lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos.
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Lector.- Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque El es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que El guía.
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Lector.- Ojalá escuchéis hoy su voz: "No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras".
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Lector.- Durante cuarenta años aquella generación me asqueó, y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso"
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
Lector.- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el rpincipio, ahora y siermpre, por los siglos de los siglos.AMEN
Todos.- Celebremos a María en su advocación de las Cruces y adoremos a su hijo,Cristo,el Señor
HIMNO-ORACIÓN
MARÍA,MADRE DE LOS POBRES
Pídele a Él, que se hizo pobre
Hermana de los pobres de Yahvé,
Nuestra señora Virgen de las Cruces,
Madre de Dios hecho hombre.
Con todos los que creen en Cristo
y con todos aquellos que de algún modo buscan su Reino,
te llamamos a ti, Madre,
para que le pidas por todos nosotros
para comunicarnos la riquezas de su amor,
que su Iglesia se despoje,
sin subterfugios, de toda otra riqueza
que no sea el tesoro del Reino.
Pídele a Él,
que murió en la Cruz para salvar a los hombres,
pídele que nosotros, sus discípulos,
por la total liberación de nuestros hermanos.
Pídele que nos devore
el hambre y la sed de aquella Justicia
que despoja y redime.
Pídele a Él, que vive Resucitado junto al Padre,
que nos comunique la fuerza jubilosa de su Espíritu
para que sepamos vencer el egoísmo, la rutina y el miedo.
Madre pobre y sencilla,
a tí, Virgen de las Cruces,
que no pensaste en tu propia felicidad,
sino en la felicidad de todos,
de los más débiles,
te pedimos que nos enseñes
a leer sinceramente el evangelio de Jesús
que es liberación,servicio y amor.
Madre de Cristo y madre nuestra
ayúdanos a transmitir
con todo su esplendor
la alegría del Evangelio
a los que no lo conocen.
que es liberación,servicio y amor.
Madre de Cristo y madre nuestra
ayúdanos a transmitir
con todo su esplendor
la alegría del Evangelio
a los que no lo conocen.
SALMODIA
SALMO 23
Pieza litúrgica en acción con dos grupos de participantes: un grupo se acerca en procesión a las puertas del templo; otro grupo los recibe y les abre.
El templo de Jerusalen y sus ritos no eran más que sombras, preparación e imagen de Cristo, verdadero templo de Dios,verdadero rey de la Gloria por su resurrección gloriosa. En Cristo,Dios se hace presente a los hombres, y en el acto litúrgico,en el sacrificio cotidiano, en el ritmo anual del adviento, Cristo vuelve a venir a su Iglesia: la Iglesia lo trae como en una procesión, y Él viene a los suyos.Pero también los suyos han de buscarlo sinceramente: bienaventurados los "puros de corazón", porque ellos verán a Dios.
Pieza litúrgica en acción con dos grupos de participantes: un grupo se acerca en procesión a las puertas del templo; otro grupo los recibe y les abre.
El templo de Jerusalen y sus ritos no eran más que sombras, preparación e imagen de Cristo, verdadero templo de Dios,verdadero rey de la Gloria por su resurrección gloriosa. En Cristo,Dios se hace presente a los hombres, y en el acto litúrgico,en el sacrificio cotidiano, en el ritmo anual del adviento, Cristo vuelve a venir a su Iglesia: la Iglesia lo trae como en una procesión, y Él viene a los suyos.Pero también los suyos han de buscarlo sinceramente: bienaventurados los "puros de corazón", porque ellos verán a Dios.
Entrada solemne de Dios en su templo
Ant.- 1.- (lector) El señor Dios bendice a su pueblo, a través de su Madre , la Virgen Santísima de las Cruces
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe, y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.-¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?-El hombre de manos inocentes,
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.-Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.-¿Quién es ese Rey de la gloria?
-El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.-¿Quién es ese Rey de la gloria?
-El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.
Ant.- 1.- (lector) El señor Dios bendice a su pueblo, a través de su Madre , la Virgen Santísima de las Cruce
SALMO 45
Himno al monte Sión, donde está el templo. El poeta utiliza una serie de imágenes y simbolos de ascendencia mítica.
Las imágenese míticas o históricas del monte escogido las han transpuesto los profetas al contexto escatológico.Así es posible transponer este salmo al nuevo monte y ciudad de Dios, al terrestre, todavía atacado, como una imagen del celeste, reino de paz. En la transposición, las grandes imágenes de ascendencia mítica adquieren nueva profundidad y esplendor.
Dios, refugio y fortaleza de su pueblo
Ant.- 2.-(lector): El Altísimo ha consagrado su morada entre nosotros con la presencia de la Virgen de las Cruces
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.«Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos, más alto que la tierra».El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Ant.- 2.-(lector): El Altísimo ha consagrado su morada entre nosotros con la presencia de la Virgen de las Cruces
SALMO 86
Himno a Jerusalén, madre de todos los pueblos
Ant.-3.-(Lector):¡Qué pregón tan glorioso para tí, Virgen María, Nuestra Señora de las Cruces!
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado».El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti».
Ant.-3.-(Lector):¡Qué pregón tan glorioso para tí, Virgen María, Nuestra Señora de las Cruces!